Definir la identidad gráfica mediante un logo o el nombre de una empresa o negocio, no es del todo correcto, sin demeritar lo anterior, ya que los aspectos que abarcan la identidad gráfica de una marca incluyen otros como su misión, visión, valores, su mercado objetivo, el entorno del negocio y la adaptación positiva que está tenga para desenvolverse en otros nichos sin perder su esencia.
La creación de una marca y el diseño de un logo deben integrar los principales rasgos que definen un negocio, empresa o idea, sin que esto desemboque claro está en un popurrí de elementos que saturen y no comuniquen eficazmente aquello que queremos presentar.
La personalidad de la marca está definida por diversos patrones que generan sensaciones en tus clientes y clientes potenciales, colores, tipografías y figuras que se conjugan con palabras y frases que deben llegar a tu mercado objetivo principalmente, enfocados siempre en tu buyer persona y la forma como este interpreta el mensaje que le estamos transmitiendo.
Es muy importante que, así como se define la identidad de tu marca, aprendas a usarla en los entornos que te vas a involucrar, es por ello que contar con un manual de identidad visual te ayudará a encontrar esas adaptaciones que debes tener en cuenta al momento de crear una pieza de publicidad.
Algunos beneficios de cuidar correctamente tu identidad visual:
- Ayuda a posicionarte mejor logrando una mayor recordación de marca
- Genera credibilidad por parte de tu mercado objetivo
- Aporta confianza
- Crea vínculos a largo con tus clientes
- Amplia la visión y alcance de tu negocio